Gente que busca ¿gente?

Massacre_of_members_of_the_Allen_Gardiner

On a desolate, rock-bound shore, famished, homeless, and fainting lay a solitary man».

«Sobre una desolada roca junto a la costa, hambriento, sin hogar y desfalleciente, yacía un hombre solitario».

The Voice of Pity for South America. 1854.

«Et quicumque non receperint vos: exeuntes de civitate illa, etiam pulverem pedum vestrorum excutite in testimonium supra illos».

«Quienquiera  no los recibiera: salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies  en testimonio contra ellos»

San Lucas  9, 5.

Se me ocurrió otra novela.

Un tipo, con cierto delirio místico más bien protestante compra una embarcación, digamos, una goleta (suena bien la idea de una goleta) que bautiza con el nombre de otro loco recientemente fallecido en trágicas circunstancias y emprende un viaje casi fantástico en la búsqueda de salvajes sumidos en el más terrible paganismo para evangelizarlos. El destino es lejano y los peligros náuticos variados, pero el intrépido evangelizador no teme.

Sin miedo a nada decide no solo hacerse de una tripulación para su goleta, sino que embarca a su familia: mujer e hijos. Los brutales pobladores de esas lejanas tierras verán una familia civilizada y no solo a un hombre. La familia se queja, naturalmente, pero aceptan seguir al padre y a poco de terminar los preparativos hacen puerto en el punto intermedio entre el civilizado hogar y el barbárico destino final. La tarea comienza y se inician los contactos con los primeros salvajes avistados con un objetivo primario: encontrar, entre los extraños y húmedos bosques a uno de ellos que, tiempo atrás, había sido llevado, en otra expedición, a la patria del intrépido delirante para ser educado. Su localización es de vital importancia en la tarea formadora y su encuentro se entiende como un mensaje de las Alturas. Viento en popa.

Establecida la pequeñísima colonia y desembarcada la tripulación, el protagonista de esta historia dejará la isla elegida como base de operaciones en misión exploratoria no sin llevarse consigo a sus vástagos y mujer que, por esta decisión, salvarán la vida. La isla amanece, dos o tres meses después, vacía y silenciosa. Las casuchas abandonadas, las huertas pisoteadas, los pastos crecidos. El espectáculo es terrible y el viento silbante augura a los retornados exploradores lo peor:  los salvajes, vueltos contra sus benefactores civilizados, no dejaron a nadie con vida y robaron las pocas pertenencias de los colonizadores. Solo el cocinero, en una demostración fabulosa de suerte, salvó la vida, escondiéndose algunos días en los bosques y otros en las inmediaciones del poblado recientemente levantado. Las noches finales, oculto en la embarcación de apoyo que aún permanecía en el pauperrísimo puerto, esperó lo peor: el ataque final de los salvajes y su muerte en manos de quienes debían ser civilizados y el benefactor no fue sino un traidor terrible que, vuelto a sus ropas harapientas y a sus costumbres villanas, comandó la matanza.

Las velas de la goleta, lejanas primero, inminentes después, hacen volver el alma al cuerpo del desdichado cocinero, aunque las ganas de evangelizar a los brutos jamás volverían. La expedición, fracasada, termina en un escape, en una vuelta, en una derrota; y el párrafo final de la novela que se me ocurrió describe, patéticamente, la confusión de la embarcación entre la bruma del helado mar.

Mejor no la escribo porque me da fiaca.

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9 respuestas a Gente que busca ¿gente?

  1. Casimiro Lafuente dijo:

    Estoy tratando de averiguar la identidad del viajante.Sólo sé lo siguiente:
    Fatiga casi a diario el trayecto Palermo-Bella Vista.
    -Profesa el culto Católico
    -Admira a Tolkien y Lewis
    -No gusta de la literatura argentina aunque paradojalmente confiese no leerla.
    -Rescata a Castellani y a Marechal.
    -Cita al Cardenal Newman.
    -Le interesa la cuestión Malvinas.
    Estoy desorientado.Pido una pista.

    • El Viajante dijo:

      Algunos de los datos que indica no son del todo precisos. Lewis y Tolkien…va bien, mi disguto por la literatura argentina es al menos parcial, si se fija he hablado mucho y bien de tantísimos escritores nacionales. Castellani va bien y Marechal…me gusta, si, aunque creo no haber hablando del Poeta de Monte Egmont sino de costado. ¿Cité a Newman? no me acuerdo pero es más que posible. Malvinas nos interesa a todos los argentinos. Una pista? Hace tiempo que no ando en esos trenes…

      • El Viajante dijo:

        Otrosi digo:

        ¿Alguna pista acerca de la identidad de la persona que con tanto ahínco busca saber quien es el que suscribe?

      • Casimiro Lafuente dijo:

        Es sólo un juego, amigo Viajante.
        Llegué a su blog por azar buscando información sobre el padre Castellani ( que confieso no coincidir en muchas de sus afirmaciones, en otras sí) y me interesó su palabra (escrita) donde creí percibir el eco de la voz de un amigo de Bella Vista (¿cuál es el gentilicio?).En cuanto a mí, es poco interesante el dato biográfico; soy un simple profesor del hoy esquivo barrio de Boedo.He disfrutado la lectura de sus artículos.
        Lo saludo cordialmente,
        C.L.

      • Casimiro Lafuente dijo:

        Le voy a dejar otra pista sobre mi identidad, donde redondamente la proclamo:
        «En tierras del africano
        yo casi miro la fuente.
        Era una noche aparente
        que no cabía en mi mano.
        Desafiando todo arcano
        yo, Casimiro Lafuente.»

      • El Viajante dijo:

        Me parece harto propio
        que responda en unos versos,
        queda lindo y más que propio,
        literario e importante,
        lo saluda en un abrazo el Viajante.

  2. Vamos Viajante, lárguese a escribir. Deje la fiaca a un lado y anímese, no vaya ser cosa que cuando mire para atrás se arrepienta de no haber puesto en el papel todo aquello que tiene dentro luchando por salir. Esta es ya la segunda novela que deja enunciada y ambas tienen una buena historia. Tire todo al papel de una vez que no hay peor diligencia que la que no se hace, el tiempo es corto y no sabemos si después podremos hacer lo que una vez pudimos y no quisimos.
    A Casimiro, si quiere saber algo más del Viajante vea la entrevista que le hizo Jack Tollers en su blog.
    Un abrazo,
    Beatrice

  3. El Viajante dijo:

    PS: El gentilicio de los que viven en Bella Vista es «bellavistense».
    PS 2: ¡Africano por morocho o por un santo que tenía una señora madre de nombre Mónica?

    • Casimiro Lafuente dijo:

      Me reconforta y alegra su respuesta, que entiende el sentido del humor.
      1-Ya puedo llamarlo «amigo bellavistense».y
      2-Le confieso (no sin cierto pudor) que el término «africano» lo usé urgido por la rima.
      Lo saluda atentamente
      don Casimiro Lafuente

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